Un día de tantos, me encontraba contemplando una de las maravillas del mundo, supongo ya saben a que me refiero: veía la playa en todo su esplendor. Estaba caminando por la arena blanca cuando me encontré con un hombre que se hizo llamar el caballero de la Blanca Luna. Me dijo que me andaba buscando para decirme que su dama aun mas bella que la mía.
¡Que desfachatez! Es imposible que haya una mujer en este mundo mas bella que mi amada Dulcinea. Ella es mi sol, mi mundo gira entorno a ella. Sus ojos son perlas, sus cabellos son de oro, sus manos son delicadas y suaves, etc.
El caballero de la Blanca Luna quería que yo admitiera que su dama era mas bella que la mía. Como ya me conocerán, yo no confesé eso porque creo firmemente que no existe en este mundo, mujer mas bella que la mía. Al no haberle mentido al caballero de la Blanca Luna, se decidió hacer un duelo. El trato era que si yo perdía debía admitir que Dulcinea no era la mas hermosa y debería permanecer un año entero sosegado en el pueblo sin utilizar las armas. Por otro lado, si yo ganaba, yo decidiría la vida del caballero de la Blanca Luna y me quedaría con sus armas y fama.
Debo admitir que pensé que ganaría la batalla sin problemas. Pero, a pesar de que tengo una gran formación en la utilización de las armas, eso no me basto para poder derrotar al caballero de la Blanca Luna. El caballero de la Blanca Luna fue un contrincante fuerte y audaz y me ganó sin lugar a duda, la batalla. Como soy un caballero honrado, no daré mi brazo a torcer y haré lo que prometí. Soy un buen perdedor.
Yo se que debería de admitir que mi dama no es la mas hermosa ;ya que perdí el duelo, pero no puedo hacer tal cosa. Así que dije lo que mi corazón me dictaba, y lo que mi corazón me dictaba era la verdad: Dulcinea del Toboso es la mujer mas hermosa del mundo.
Cumpliré con mi palabra,me retirare por un año entero de la profesión que mas amo. Lo mas valioso de un hombre es que este tenga palabra, de ese modo, se puede saber con certeza que esa persona hará lo que prometió.
lunes, 26 de septiembre de 2011
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