lunes, 26 de septiembre de 2011

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Fuimos a visitar las galeras para saber como seguían las cosas por allí. Nos dimos cuenta de como los galeotes eran tratados. Y debo admitir que no me gusto para nada la manera en que eran tratados. Los galeotes son personas con sentimientos y también son de carne y hueso por consiguiente ellos sienten todo. Al igual que cualquier otra persona.

Todas las personas tienen derecho a una segunda oportunidad; en especial las mujeres. Un ejemplo de esto es cuando se decidió colgar al capitán del barco pero han de sorprenderse al darse cuenta de que era una mujer por eso se le dio una oportunidad para que ella se pudiera explicar. Estoy seguro de que si hubiese sido un hombre , no se le hubiese dado una oportunidad pero hoy en día existen muchos caballeros y a una dama se le debe dar una segunda oportunidad siempre.

Doña Ana es una mujer ambiciosa. Estaba en busca del tesoro de su padre. El rey de Berberia tenia apresado a su prometido, Don Gaspar, y ella se vio obligada a contarle al rey a cerca de su tesoro.

No hay nada peor que hacer cosas en contra de la voluntad. Hacer las cosas simplemente porque se es obligado a hacerlas porque se supone es lo "correcto" o porque es un superior el que te mando a hacer eso.

Nadie debería obligar a nadie hacer algo que la otra persona no piensa es correcto. Me parece bien el hecho de instruirse y para eso hay que acatar ordenes pero en el aspecto de tener criterio a cerca de algo, nadie debería entrometerse en la opinión de otro. Todas las personas tienen criterio propio y este puede que sea diferente al de muchas personas. El hecho de que algo sea diferente no implica que este mal.

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