lunes, 3 de octubre de 2011

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Me entristece el hecho de recordar mis derrotas. Cualquier cosa que me haga recordarlas me baja los ánimos.

Sancho se queja por todo. Se quejo durante 4 días porque no quería caminar. Este muchacho es un malagradecido, si no tuviese piernas, desearía poder caminar pero como las tiene sanas y buenas no quiere caminar. Que vagabundo. Que irónica que es la vida. A algunos les da mucho y a otros poco. El don de la vida y la salud son las dos cosas mas valiosas que existen. El dinero no puede comprar eso por eso es que son tan valiosas.

Nos encontramos 2 vecinos que se habían retado a una carrera. Querían que la carrera fuese lo mas justa posible pero para que eso fuese posible se debía de igualar los pesos de los dos contrincantes, ya que uno era gordo y el otro flaco. El gordo exigía que el flaco se pusiese un peso excedente y Sancho agrego que seria bueno que el gordo se quitara kilos para que quedara equivalente a su vecino.

Tosilos fue muy amable al invitarnos a comer y al contarme todo lo que había sucedido en la casa de los Duques, durante mi ausencia. Tener amigos como el, es lo que hace un mundo mejor. Si todas las personas fuesen buenas, entonces yo no tendría oficio que ejercer, ya que yo soy el encargado de encausar hacia el bien a aquellas personas que se perdieron en el camino y también imparto justicia. Se puede decir que yo me valgo de las personas malas para poder ejercer mi profesión.

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