Toda buena historia tiene un final y este es el mio...

Yo, Alonso Quijano,ya no escribiré mas en mi diario. Este sera el ultimo que podre escribir. Supongo se han reído de mi al leer las estupideces que cometido como "caballero", cuando no estaba en mi ser. Ahora que volví en mi ser, me doy cuenta de muchas cosas, cosas que no me daba cuenta antes. Las personas se burlaban de mi. Nunca fui un verdadero caballero. Arriesgue mi vida en falsas aventuras. Y no solo arriesgue mi vida sino que también la de mi verdadero amigo Sancho. Puedo decir que durante toda mi vida, solo tuve un verdadero amigo. Y ese es Sancho porque a pesar de las locuras en las que lo metí y en las cosas que yo hacia y decía; el siempre estuvo conmigo, ayudándome, acosejandome, diciéndome lo que realmente pasaba. Yo estaba ciego por las historias de caballería que había leído. Las historias de caballería pueden enloquecer a una persona y la prueba mas clara de eso soy yo.

Ahora, después de tanto tiempo de estar de aventura en aventura. He decidido descansar y ahora me doy cuenta de que no me queda mucho tiempo de vida. Desperdicie mucho tiempo de mi vida en esas dichosas aventuras que disfrute tanto, a pesar de que no me encontraba en mi ser.

Me hubiese gustado compartir mas tiempo con mis familiares y amigos pero ya no puedo hacer mas que lamentarme por las cosas que no hice. El tiempo transcurrió y ahora estoy en mi lecho de muerte.

El doctor me ha avisado que sera mejor que me vaya confesando porque me encuentro muy deteriorado y que en cualquier momento puedo morir. Por eso es que he convocado a mis allegados, para hablar con todos y despedirme de este mundo en cuerpo. Porque estoy seguro de que mi nombre seguirá nombrándose. Mis historias seguirán siendo contadas y las personas seguirán hablando de mi. Mi espíritu no se ira de este mundo jamas.