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Hoy ocurrio un evento inusual en la venta. Llego un importante oidor , pidiendo posada. Éste llego con gran elegancia y acompañado de una hermosa doncella de alrededor 16 años de edad. La belleza de esa doncella es incomparable, quede perplejo ante tanta belleza reflejado en una mujer tan joven. La halague hasta mas no poder, simplemente quede atrapado en sus redes de majestuosa perfeccion.
El oidor quedo sorprendido con mis conocimientos y mi forma de razonar las cosas. ¡por fin alguien se da cuenta de mis virtudes!Espero Dulcinea no se entere de mi traicion hacia ella, porque me doleria en el alma,que ella se enojara conmigo;pero si por alguna circunstancia ella se enterara de este hecho, bien merecido lo tendria. De la misma manera de que yo ni quisiera que Dulcinea se fijase en otros hombres, ya que me daria mucha rabia enterarme de eso y tambien ella me estaria faltando al respeto, yo no puedo darme al lujo de hacerle a ella lo que a mi no me gustaria que me hicieran. Por eso me retracto una y un millon de veces, para que eso no ocurra y para que mi querida Dulcinea me siga amando del mismo modo en que yo la amo a ella. Cada minuto, cada segundo, cada fragmento de segundo.. la amo y no la dejare de amar, nunca, hasta que la muerte me separe de ese vinculo que tengo tan fuerte con ella.

Te comprobare, querido diario, de el mundo es sumamente pequeño y de que en la vida las coincidencias pasan muy a menudo. Imaginate de que el Oidor que vino a la venta es el hermano del cautivo y aquella hermosa doncella, cuya belleza me a metido en problemas o lo hara, es nada mas y nada menos que su hija.
Todos los dias me sorprendo cada vez mas del mundo, de las personas que habitan en el, del amor, de la naturaleza... Es que es tan maravilloso y tan perfecto. Agradezco cada dia que Dios me ha permitido vivir con salud ya que eso me ha hecho sabio, bueno y todo un caballero..

Por la noche, mientras que todos se fueron a acostar, yo me quede de guardia, me parece que estoy haciendoles un bien a todos los que habitan en el castillo.

Diario, debo confesarte que lo que mas me gusta en esta vida es servirle a los demas y quiero prometerte; que aunque este en mis ultimos dias de agonia, me gustaria hacer el bien en ese momento,impartir justicia hasta donde pueda, amar a Dulcinea sobre todas las cosas y seguirte contando todas mis ocurrencias.