martes, 3 de agosto de 2010

37

Algo raro le esta ocurriendo a Sancho. Ultimamente lo e visto comportarse de una manera distinta, esta mas triste, frustrado, enojado...
Despues de mi siesta matutina, Sancho llego, en una forma muy alterada,y empezo a hablarme.
Recuerdo muy bien que Sancho era una persona muy sensata, paciente, tranquila, racional, respetuosa... Alguien incapaz de pronunciar malas palabras, menos emplearlas en su léxico habitual, pero vean lo que son las cosas, que Sancho hoy dijo una mala palabra. Quede atónito al oirlo; simplemente no lo podia creer. ¿Será que estoy siendo una mala influencia en Sancho?
En la conversacion que tuve con Sancho, éste me comento, ciertos desajustes que habian en la venta. Yo le tuve que recordar, la ultima visita de nosotros en esa venta, para que Sancho entrara en razón y recordara que esa venta esta embrujada y que por consiguiente cada cosa extraña que ocurra ahi, no nos debe de preocupar, ya que ya sabemos la razon de porque ocurre.
Yo quize averiguar un poco, por mi cuenta, la situacion de la venta en ese momento y me entere de lo siguiente:
Que Sancho, mi "gran" informante, me habia dado la informacion de forma incorrecta. Ya sabia yo... que no hay que creer en lo que otras personas dicen hasta estar seguro de dichos relatos.
Sancho me habia dicho que la princesa Micomicona se habia vuelto en una doncella ordinaria, que habia sido desheredada por el rey y que ahora se llamaba Dorotea. Tambien me dijo que la cabeza que yo habia cortado del gigante era de la puta que lo parió... Me comento un monton de disparates. Estoy cada vez mas decepcionado de Sancho, ya no sabe cuando parar de mentir. Lo peor es que las mentiras me enfurecen de una forma inexplicable, y me salgo de mi mismo cuando me enojo.
La princesa me dio la orden de mañana en la mañana irme de la venta y seguir con mis valerosas aventuras. Todos fueron muy amables al ofrecerse en acompañarme. Siento que todos los de la venta sienten un gran aprecio hacia mi.
Mientras estabamos hablando, los de la venta y yo, entro un hombre al parecer religioso a la venta. Éste pidio una lujosa habitación, pero como la venta se encontraba llena, Luscinda, Dorotea y no se quien mas , le ofrecieron al elegante señor posada... No quiero profundizar mucho el asunto de ese hombre ya que sus problemas e cosas que haga no me deben de importar.
Ahora lo unico que espero es que sea mañana para seguir mi rumbo de valiente caballero andante.

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