sábado, 22 de mayo de 2010

cap. 21


Nos estabamos mojando, Sancho y yo buscabamos algun tipo de refugio en donde escampar de la lluvia. En eso ,Sancho, me dijo que entraramos en el molino de los batanes; a lo cual yo no accedí, ya que yo tengo dignidad y la burla que éstos me hicieron la vez pasada, nunca la podré olvidar.
Hoy me e dado cuenta de que mi querido Sancho , no es mas que un simple ignorante, ciego y alguien que cree tener la razon, cuando en realidad no la tiene. Les explicaré el motivo de que yo os describa a mi escudero de esta forma. Imaginense que el otro día Sancho y yo estabamos cabalgando por un camino desconocido, cuando yo a lo lejos pude distinguir a un hombre montado en su distinguido caballo, éste llevaba puesto el yelmo de Mambrino. El yelmo que yo tanto ansiaba tener. Le informe a Sancho de lo que yo acababa de ver y éste lo único que me dijo fueron un monton de boberias, sin sentido. La verdad es que yo creo que Sancho debería ir al médico y revisarse porque creo que esta perdiendo la cordura.
Cuando el caballero se estaba acercando hacia nosotros, le dije a Sancho que se apartara de mi camino, porque debia pelear,para asi conseguir mi yelmo adorado. Cuando Sancho se apartó, hize correr a Rocinante a todo galope, queria tener cara a cara a ese miserable caballero que tenia el yelmo que yo queria y que el no merecia. Quería luchar contra el , y así ganarme el yelmo. Pero cuando me acerque hacia él con mi lanza, éste lo unico que hizo fue esquivar mi furia, dejandose caer por su caballo e huir de mi, lo más rapido que pudo, dejando caer su yelmo. Ese acto, me pareció cobarde por parte de ese otro caballero , ya que yo estaba dispuesto a pelear contra el para asi adquirir el yelmo, pero al fin y al cabo siempre obtuve lo que quize.
Sancho levanto el yelmo y me lo colocó en la cabeza, en forma de burla. Yo lo regañe, simplemente no soporto de que la gente por su ignorancia se burle de las cosas solo porque no saben que son y el valor que estas tienen.
Sancho me pregunto que ibamos a hacer con el caballo que el hombre habia dejado botado. Yo la verdad no tenia muy claro el dato, asi que discutimos a cerca del tema , durante un rato.
De camino, Sancho y yo empezamos a relatar un sin fin de fantasias, que con mucho esfuerzo, lograriamos. Yo quiero convertirme en rey y el en mi noble principal. Ambos viviriamos con todas las comodides y tendriamos a las mujeres mas hermosas como nuestras esposas.

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