domingo, 25 de abril de 2010

cap. 13 - 14 - 15

En el camino hacia el entierro, entable una conversacion con unos pastores, basicamente, hablamos de mí, de mi armadura, el porque hacía tan arriesgadas aventuras y a quien se las dedicaba .Yo les conté todo, con detalle, ya que me parece sumamente importante que las personas conozcan mis funciones como caballero, para que asi me puedan reconocer y acudir a mi, si tienen algun problema.
Cuando, al fin, llegamos al tan dichoso entierro. Este estaba repleto de pastores. Pude ver el baúl del muerto, su aspecto lucia como si tuviese paz y tranquilidad, encima de su baul habian unos papeles. Uno de los pastores agarro un papel, este contenia los ultimos versos del fallecido, Grisóstomo.
En los versos Grisóstomo expresó los sentimientos más profundos, que le salieron del corazón, decía que su amor no correspondido le daba tristeza, le daban celos de los muchos otros hombres que estaban en busca del amor correspondido de su amada, las heridas que sentía en su corazón, al darse cuenta de que su amor estaba siendo tirado por un hueco sin fin, el cual por no tener final, nunca seria entregado.
Despues de que el pastor leyó, tan emotivo poema. Llegó la causante de tan tremendo sufrimiento (Marcela). Enunciando a todos que ella no tenía la culpa de que Grisóstomo se hubiese enamorado de ella y que al igual que a muchos otros hombres, ella no les habia correspondido, el no fue la excepción y que por consecuencia ella no tuvo culpa alguna por la muerte de Grisóstomo.
Yo después de oír tan interesante declaración, me le uní en opinión a Marcela y les dije a todos que ella no tuvo culpa alguna de su muerte.
Después de eso, decidí marcharme del entierro y seguir a Marcela;pero despues de un par de horas siguiendola, me canse y decidí parar en un claro y dormir un rato. Después de un tiempo descanzando, me percate de que Rocinante se había ido detras de unas yeguas (Rocinante tiene una debilidad por todas las yeguas, todas le gustan), pero estás no le hicieron caso y lo empezaron a patear para que Rocinante se alejara de ellas y despues al ver, los dueños de las yeguas, lo que estaba pasando , ellos tambien le pegaban a Rocinante para que este se alejara. Cuando yo me percate de tan atroz injusticia, Sancho y yo fuimos a ayudar a Rocinante y lo unico que conseguimos fue que tambien nos pegaran; lo cual no me importo haber perdido ya que estos hombres no eran caballeros, y yo solo puedo luchar contra caballeros; lo malo fue que cuando le dije a Sancho que el era el que debía pelear contra esos bandidos, este se nego rotundamente, poniendo como excusa que el era un hombre pacifico y que no podia resolver los conflictos de una forma violenta, por lo cual Sancho "resolvió" el problema mediante gritos, ya que el dialogo no fue posible. Por otro lado yo, no me senti derrotado ya que por lo menos intenté ayudar a mi amigo Rocinante, lo cual fue un acto heroico de mi parte.
Nos intentamos recuperar debajo de un arbol, pero ya se estaba haciendo tarde y no teniamos posada. Nos teniamos que apresurar, o sino no tendriamos lugar donde pasar la noche.
Entonces decidimos ir en busca de algun lugar que nos diera posada, con tan buena suerte, que encontramos un lujoso castillo. El cual Sancho insistia que solo era una simple venta, eso demuestra la ignorancia de mi escudero, al no poder diferenciar este esplendido castillo de una simple e ordinaria venta.

muerte por amor

Esta mañana me enteré del fallecimiento de un famoso pastor estudiante llamado Grisóstomo. Que su muerte fue provocada por un amor imposible, de una moza llamada Marcela, la cual estaba endiablada por su enorme y muy notable belleza externa, y no interna porque rechazaba a cualquier hombre que le pidiese su mano, en sagrado matrimonio. Este hombre a quien su amor entregó enteramente a Marcela, no fue bien recibido (el amor) y por esto, la causa de su muerte. En su testamento, Grisóstomo, escribio una serie de cosas que queria que le hicieran en su entierro, entre ellas esta: que lo entierren en el campo, ya que ahí fue a donde vió por primera vez a la hermosísima Marcela.
Me han advertido 2 cosas:
- La primera es: que no vaya al entierro de Grisóstomo porque no se veria bien visto, que un desconocido, como lo soy yo, fuese a un entierro de estos, ya que Grisóstomo tenía muchos amigos, los cuales asistiran al entierro, y yo quien ni lo conocí en persona, solo estorbaría el paso de aquellas personas que si lo hicieron.
- Y la segunda advertencia fue: que me fuese a dormir en la choza para que no me serenara la herida.

cap. 11


Sancho, mi fiel escudero, estaba acomodando el caballo y el burro, cuando en ese momento nos llegó un delicioso olor a cabra asada, el cual sin duda, nos abrió el apetito a ambos. Asi que sin pensarlo dos veces , nos acercamos hacia el lugar donde provenia este espectacular olor. Cuando llegamos al lugar, unos amables pastores nos ofrecieron de su comida y nos dieron posada. Yo por supuesto acepte ambas, les agradecí y les dije que algun dia se los recompensaría con alguna hazaña de caballero, ya sea que ellos algun dia esten en peligro, o en alguna otra circunstancia que se les presente, ellos podrian pedir mi ayuda, sin ningun compromiso, y yo les ayudaria con mucho gusto. Por otro lado Sancho, no aceptó comer, junto con nosotros, debido a que no se sentía a gusto comiendo con personas que tuvieran tan refinados sus modales a la hora de comer y pensaba que las demas personas se iban a burlar de él, por la forma en que comía, y el mismo no sentiria la comida del mismo modo. De igual forma, le ordene a Sancho que se sentara con nosotros y disfrutara comiendo al lado de nosotros, yo no podia permitir que mi mano derecha, compañero de aventuras, honorable escudero, comiera de tan honorable festín alejado de mí.

Mientras comia... me recordé de aquellos tiempos en donde todo era mejor, las personas dialogaban, se trataban mejor, no habían tantos malechores... bueno en general todo era más pacifico y bueno. De hecho estoy empezando a extrañar cada vez más esa época tan gloriosa.

Después de ese día tan agotador, todos nos mereciamos un descanzo, asi que nos fuimos a dormir, ya que las aventuras de mañana nos aguardan anciosamente.




jueves, 15 de abril de 2010

En busca de aventuras (cap. 8-9-10)


Sancho y yo nos fuimos en busca de aventuras, sin rumbo alguno, simplemente dejarnos llevar por el viento y que los acontecimientos se nos presentaran en el momento.
Lo primero que se nos presento, fueron unos gigantes que se disponían a atacarnos con sus enormes lanzas, pero por suerte yo reaccioné antes que ellos y los empecé a atacar.
También rescate a una señora, de unos secuestradores, entonces los ataque(a los hombres), para que dejaran libre a la señora.
Creo.. que no escogí bien a mi escudero.. en lugar de pegarle a los malechores, me pega a mi por defender a una pobre señora que estaba secuestrada por esos bandidos.
Siento que si la situación empeora, tendré que hablar muy seriamente con Sancho.

También e peleado contra caballeros (el vizcaino).
Sancho me esta presionando, a cerca de que cuando le voy a entregar su isla prometida, pero yo le e estado diciendo que el momento llegará cuando yo gane una batalla honorable junto con algun caballero que posea grandes propiedades, islas, mucho dinero. Y este por el código de honor, tiene que entregarselas a quien gane la batalla, en este caso, sería a mi.

En busca de dinero y un escudero

Estuve dormido un largo rato, ya que me encontraba sumamente cansado. Por suerte tengo grandes amigos(el ama de llaves y el cura), que me atendieron a penas me desperté, dandome que comer. Justo después de comer, quize dirigirme hacia mi biblioteca, a leer un poco... pero el ama de llaves, el cura y el barbero me dijeron que mientras dormía habia llegado un hechizero y había desaparecido todos mis libros. Lo cual me aturdio un poco. Pero, después me di cuenta de que no tenía tiempo de leer, que tenía asuntos mas importantes que resolver antes, como lo eran el buscar dinero y encontrar a mi fiel escudero. Para obtener ambas me lleve 15 dias.
Para adquirir dinero tuve que empeñar algunas cosas mías, ya que no tenía ninguna otra forma de adquirir dinero rápido y fácil, ni otro ingreso, ya que yo no trabajaba y las fenagas de tierra que tenía las había vendido en el pasado.
Por otro lado, encontrar un escudero fue un trabajo, un tanto más dificil de conseguir, pero un dia, conocí a un hombre que creí, que el cumplia con los requisitos necesarios para ser mi escudero. Este pobre hombre se llamaba Sancho Panza. A éste le dije todos los beneficios que este oficio tan honorable le otorgaría, como lo serian conquistar islas, entre otras maravillosas cosas que podria adquirir. Y Sancho acepto mi oferta.
Ya tenía los 2 componentes faltantes, ya podía, ir en busca de aventuras. =)

Recuperandome

Ya que no podía levantarme del suelo, debido a mi dolor, así que pensé que sería un buen momento de recitar algun verso, que había leido en algún libro, en eso recordé el de Valdovinos y del Marqués de Mantua y lo empezé a recitar, mientras lo a hacía se dirigió a mi el Marqués de Mantua, quien me acompañó a mi casa y en el camino yo le contaba emocionantes historias que yo había leido en los libros de caballería.
Cuando llegué a mi casa, me di cuenta que en ella se encontraban mis grandes amigos : el barbero y el cura y mi sobrina quienes estaban hablando muy entretenidos en la sala de mi casa. No quize hablar con ellos, ya que tenía que reponer energías, comiendo y durmiendo, para asi mañana ir en busca de aventuras, bueno.. eso si .. me siento mejor mañana...

Un percance inesperado..


Me dirijo hacia mi casa, ya no como el normal hidalgo que solía ser, ahora soy todo un caballero.Y esa transición de: persona normal a caballero es toda una transformación, necesitaré hacer unos cambios en mi forma de ser, actuar y de ver la vida...Necesito de un escudero, que me acompañe en todas aquellas aventuras que vendrán, alguien fiel, amable, servicial, dispuesto a arriesgar su vida para salvar la de su amo.
Cuando iba de camino hacia mi casa, oí unas voces delicadas que provenían del bosque, unos quejidos;asi que, fui a investigar, que era lo que sucedia. Cuando llegué al lugar de donde tales quejidos provenian, me di cuenta de que un hombre estaba azotando a un niño. En ese momento sentí: furia, rabia, colera y le dije, con tono heroíco:"Deja de azotar a ese niño, de no ser que quieras enfrentarte conmigo". Recuerdo que el hombre se detuvo, y senti satisfacción porque ,yo, ya estaba llevando a cabo mis primeros actos honorables, como caballero andante.
Seguí con mi camino... ya estaba empezando a cansarme, cuando me topé con dos mercaderes, en eso, aproveche y les conté de mi hermosa y amada Dulcinea, estos se burlaron de mí de tal forma que yo acaté a atacarlos pero tuve mala suerte y Rocinante se tropezó y con esto hizo que todas mis armas cayeran al suelo. Los mercaderes al ver que los iba a atacar,pero que fallé, me atacaron a mí, lo cual me parece injusto, ya que yo no estaba preparado para la situacion en ese momento, y estos me rompieron mi lanza, me golpiaron, hasta tal punto que no podia enderezarme.
Después de un rato, esos desgraciados hombres se fueron y me dejaron ahi solo con Rocinante, tirado en el suelo, me sentía como un pobre desgraciado,derrotado, adolorido. No podía enderezarme, me dolía todo..

miércoles, 14 de abril de 2010

Soy un caballero!!


Le pedí el favor, a un hombre muy honorable, de que me armara caballero, ya que yo no veia las horas, de poder hacer cumplir mi sueño; de volverme un caballero andante, como se debe,cumpliendo con todos sus reglamentos e impedimientos. Poder salvar a las personas de peligros garrafales, de sentirme útil hacia mi reino...
Hací que empece a velar mis armas toda la noche, como estaba escrito en los libros, lo hice cumplir al pie de la letra.
Me sorprendi mucho cuando me entereé que el honorable hombre, cuyo nombre no me sé, también fue un caballero andante,cuando mas joven. y que este era de aquellos caballeros que eran respetados y nombrados por todo el reino, me contó de los muchos lugares a los que el había visitado e impuesto justicia, en fin, me senti muy identificado con el, porque teniamos muchas cosas en común. El tambien me dio consejos, los cuales no sabia, porque segun el, estos consejos eran obvios y no se escribian en los libros , ya que se diferian de ellos. Los consejos que me dio fueron:
- portar dinero, en caso de que lo necesitase.
- llevar unguentos, para que asi me curara, las heridas, despues de una ardua batalla.
- y por último me dijo que llevara ropa limpia.

Mientras velaba mis armas, llego un hombre insolente, que se atrevió a tocar mis armas y yo sin pensarlo dos veces tuve que darle una lección, la cual no va a olvidar...

Por fin... llegó el día mas esperado de mi vida. Estoy tan feliz. Ahora soy un caballero andante y nadie me puede negar esto, ya que es un hecho comprobado.

Voy a ir en busca de aventuras...

martes, 13 de abril de 2010

La ilusión




¡El mundo me espera! No puedo perder más mi valioso tiempo, mientras que muchas doncellas esperan que las rescate, tengo entuertos que enderezar, sinrazones que enmendar y abusos que mejorar.

Una mañana, sin que nadie se diera cuenta, me armé con todas mis armas, me subí en Rocinante y salí al campo, muy entusiasmado, en busca de aventuras. En ese momento surgió una idea que perturbo mi mente, hizo que la felicidad que sentia en ese momento se desboronara; no me había percatado de que yo, todavía, no era un armado caballero. Por lo tanto no podia, ni debía tomar armas con ningun caballero.

Después de unos minutos de reflexión y de sentir un gran dolor en mi corazón, porque no podría realizar mi proposito, de no ser que fuera un caballero armado. A mi mente llegó la brillante idea de que la primera persona que topase mi camino me podria armar caballero.

En el transcurso del camino, me iba imaginando como me venerarían las personas, despues de mi muerte, por todas aquellas hazañas que he hecho, a lo largo de mi vida como caballero. Me imaginaba esas majestuosas estatuas talladas en bronce, enormes esculturas en marmole y esas hermosas pinturas, todas representando distintas batallas, rescates... Y que con estas me recordarán las futuras generaciones.

Todo el día y parte de la noche, solo caminé. Estaba sumamente agotado, por tan arduo caminar;ya que durante el día hacia un calor bochornoso y cuano cayó la noche el hambre carcomia mis tripas. Yo, estaba en busca de un castillo o de una majada de pastores, donde me dieran algo que comer y un lugar desente donde dormir.

Entre la desesperación ,en la que me encontraba, vi a lo lejos un castillo. Me puse muy alividiado y apresuré el paso, para asi llegar lo antes posible.

Cuando iba lleganto, a tan esbelto castillo, vi en la entrada 2 hermosas doncellas que estaban afuera del castillo. Yo les hable pero ellas se burlaron, lo cual me parecio molesto para mi persona.

Unos instantes después llegó el señor castellano y me ofreció posada y comida; lo cual me parecio un gesto muy grato de su parte.

Durante mi estadia en el castillo , todos se comportaron debidamente conmigo y con Rocinante.Me pusieron música, para mi deleite, mientras comía, me dieron un festín y por último me prestaron una cama cómoda y linda, digna de un rey. Las personas que me atendieron fueron muy amables e atentas ,hacia mis necesidades.




la vida de un singular hidalgo

Hoy me dispuse a hacer lo de costumbre: leer maravillosos libros de caballerias y perder la noción del tiempo en estas historias, que tanto me apacionan.
Tengo tanto afán hacia estos libros, que me he olvidado por completo de las otras cosas que solía hacer.Ántes yo solía cazar.
Tenía fenagas de tierra de sembradura, las cuales vendí para poder comprar más libros de caballerias, y así saciar mi sed, temporalmente, por leer estas emocionantes historias.
El autor al cual su libro honro es Feliciano de Silva. En mi opinión, el escribió el mejor libro de caballerias que jamas antes se haya escrito.
Los libros de caballeria se han vuelto en mi adiccion, ya que cuando termino un libro, siento la necesidad de leer mas sobre estas historias. Día a día me involucro mas con estas historias, ya no siento que tenga vida, mi vida son las historias de caballerias, yo sin estas no soy nadie.

Estoy pensando en convertirme en caballero andante, ya que este acto honraria y seria un servivio para mi republica. Me gustaría el hecho de que personas alrededor del mundo aclemen mi nombre por las heroicas hazañas que e efectuado.
Algunos minutos pasaron y ese pensamiento se volvio un hecho, estaba decidido, me volveria un caballero andante. Pero para serlo necesitaba de ciertas cosas entre ellas estaban: las armas, los nombres de mi caballo y el mío y por ultimo una dama de quien enamorarme.

Agarre las armas de mi bizabuelo y las limpie. Para que asi las pudiera usar en las batallas, que en un futuro tendria.

Estuve pensando durante varios dias el nombre adecuado de mi caballo, y despues de arduo pensamiento, consegui el nombre adecuado, este seria: Rocinante. Despues me dispuse a pensar nombre adecuado para mi, y despues de 8 dias, halle el indicado: Don Quijote. Pero despues quize agregarle el nombre de mi reino y patria, para asi finalizar con el nombre : Don Quijote de la Mancha.

Lo único que me faltaba para ser un caballero andante completo seria tener una dama de quien enamorarme. Y en eso me recordé de aquella moza labradora que habia visto y de la cual en el pasado estube enamorado; se llamaba Aldonza Lorenzo pero yo le cambie su nombre por: Dulcinea del Toboso.