
Los encantadores no me han dejado en paz desde que soy un caballero andante. Tienen algo en contra mia, en contra de lo que es bueno y correcto. No entiendo el porque quieren hacerme encantamientos , si yo, lo unico que hago es el bien. Seguramente ellos solo quieren el mal para todo el mundo y como ven que yo les estoy inpidiendo su objetivo, me hacen la vida imposible.
Pueden creer que me los encantadores me han puesto queso en mi celada. Por un momento pense que algo raro le pasaba a mi organismo porque estaba sudando como loco, lo peor es que ese olor era asqueroso y repugnante.Tambien pense que se me estaban derritiendo los sesos pero despues de un tiempo pensando en este asunto, me di cuenta de que todo era obra y gracia de los encantadores.
El carruaje ,que vi anteriormente, llevaba nada mas y nada menos que dos enormes y poderosas bestias feroces, dos leones.Le eh ordenado al hombre que dirigia el carruaje que abriera la jaula de estas hambrientas bestias. El hombre se nego varias veces, temia que las bestias me destrozaran vivo.Yo sabia de antemano que habian dos posibilidades de un final, un final victorioso y glorioso, como el que yo esperaba, venciendo a esas terribles bestias o un final que ya no pueda contar.
Cuando el hombre abrio la jaula, el leon se vio intimidado por mi grandeza y no quizo ni acercarse, temia de lo que le pudiese haber hecho.Gracias a Dios, yo no tuve que usar mi fuerza porque no se ni que hubiera podido pasar.
Muestra de un gran valor de parte de este glorioso caballero. Encantador.
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