Sancho empezo a formularme una serie de preguntas. Yo naturalmente conteste con atinacion a cada una de ellas, sin ningun tipo de alegacion.
La pregunta principal, que de ahi giraron entorno las demas ,fue:¿podria negar que lo que comunmente suele decirse por ahi cuando una persona esta de mala voluntad "No se que tiene fulano que ni come, ni bebe, ni duerme, ni responde a proposito a lo que le preguntan, que no parece sino que esta encantado? A lo que yo le conteste: es cierto que eso suele suceder cuando alguien esta encantado, pero el hecho de que tenga esas cualidades aquel fulano y que este encantado no significa que para estar encantado se necesiten esas cualidades, hay muchas formas de encantamientos, esa es solo una de las muchas formas que existen.Los encantamientos son raros en su propia especie;pueden hacer o no hacer las cosas que uno quiere, uno simplemente no sabe que se puede esperar de un encantamiento. Un ejemplo de este fenomeno, puede ser: el hecho de que yo estoy encantado porque de lo contrario estoy rotundamente seguro de que yo no me hubiese dejado enjaular, mientras yo pudiera estar ayudando o amparando a algun necesitado de mi. No solo yo estoy encantado, mi fiel acompañante de aventuras Rocinante tambien lo esta, se ve muy melancolico, triste.
Sancho me propuso una muy buena idea, me dijo que el me sacaria de la jaula,ya que planear la idea para que lo sacasen, era muy facil para el. Entonces una vez afuera de tal carcel andante nos fueramos de nuevo a nuestras andanzas de caballero escudero y caballo. Que buscaramos nuevas aventuras, ayudaramos personas desvalidas... A mi me parecio grandiosa la idea que Sancho me propuso ya que les contare la verdad, estar enjaulado te hace sentir debil, triste, sin energias...Tambien Sancho me dijo que en caso de que el plan de seguir con nuestras aventuras fracasara, nos devolveriamos a la jaula. No habia un solo error en ese plan.
Sancho le dijo al enmascarado que me consediese el permiso de salir a hacer mis necesidades afuera, ya que de lo contrario la jaula no iria en sus mejores condiciones, como la habiamos encontrado en un principio. El acepto y le dijo que solo lo dejaba salir con una condicion, esa era que yo no podia escapar. Yo di mi palabra de caballero y cumpli con ella.
Aproveche los pocos momentos que estuve en "libertad" para estirar un poco todo mi cuerpo y sentir , aunque por unos cuantos instantes, la brisa fresca pasar por mi rostro; aunque sabia que unos pocos minutos despues estaria en esa horrible prision, encerrado como si vida no tuviese mas sentido.
Mientras estuve afuera un enmascarado me hablo acerca de los libros de caballeria. El decia que no tenian sentido, que eran solo una perdida de tiempo, etc. A lo que yo le conteste con un sin fin de argumentos. El hombre se tuvo que quedar boquiabierto ya que yo tenia la razon y el era el unico que estaba argumentando de forma indebida
sábado, 11 de septiembre de 2010
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